En presencia del Viviente... (Pascua 2009)


Oración al estilo de Taizé en Pascua
Berazategui, 19 de abril de 2009


Cantos
• La tiniebla (La Ténèbre, Taizé)
• En ti, Señor (Mon âme se repose, Taizé)


Salmo
con respuesta cantada:
Bendigo al Señor (Taizé)

Amo al Señor, porque él escucha
el clamor de mi súplica,
porque inclina su oído hacia mí
cuando yo lo invoco.

Los lazos de la muerte me envolvieron,
me alcanzaron las redes del Abismo,
caí en la angustia y la tristeza.
Entonces invoqué al Señor:
«¡Por favor, sálvame la vida!».

El Señor es justo y bondadoso,
nuestro Dios es compasivo.
El Señor protege a los sencillos:
yo estaba en la miseria y me salvó.

Alma mía, recobra la calma,
porque el Señor ha sido bueno contigo.
Él libró mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas
y mis pies de la caída.

Yo caminaré en presencia del Señor,
en la tierra de los vivientes.
          — del salmo 116 (114)


Lectura

Del Evangelio según san Juan.
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús (Resucitado). Los otros discípulos le dijeron: «¡Hemos visto al Señor!». Él les respondió: «Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré». Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: «¡Paz a ustedes!». Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe». Tomas respondió: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo: «Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!». 
          — Juan 20. 24–29


Canto
• O Christe Domine Jesu (Taizé)


Silencio


Oración de intercesión

Respondemos cantando
     ¡Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos!
     ¡Jesucristo, Señor de la Historia, escúchanos!

Cristo Jesús, desde tu resurrección, 
estás presente en la comunidad de tus discípulos.
Te pedimos por las cristianas y los cristianos de oriente y occidente,
católicos, ortodoxos, protestantes, anglicanos:
Que todos seamos uno.
Te rogamos, Señor.

Cristo Jesús, en tu cuerpo resucitado 
siguen presentes las llagas de tu cruz.
Te pedimos por quienes son heridos,
despreciados, maltratados, explotados.
Te rogamos, Señor.

Cristo Jesús, por tu resurrección 
ha comenzado la creación nueva.
Te pedimos por las personas que, conociéndote o no,
buscan edificar una sociedad más justa y humana.
Te rogamos, Señor.

Cristo Jesús, por la buena noticia de tu resurrección,
nos llamás del desánimo a la confianza.
Te pedimos por quienes no pueden creer,
por quienes han perdido su confianza en la vida.
Te rogamos, Señor.

Cristo Jesús, te manifestás  a nosotros como el Viviente,
el dador de Vida.
Te pedimos por quienes han perdido un ser querido.
Te rogamos, Señor.

Oraciones libres con la misma respuesta cantada.
Al final,
          Padre nuestro...
          Porque tuyo es el reino,
          tuyo el poder y la gloria por siempre. Amén.


Oración

Cristo,
tú penetras nuestras profundidades
y disciernes en ellas una espera.
Sabes que, sin haberte visto,
te amamos.
Sin verte aún,
te damos nuestra confianza.
          — hno. Roger, de Taizé

Cantos
• Bendecid al Señor (Bénissez le Seigneur, Taizé)
• Nada te turbe (Taizé)
• El Señor (El Senyor, Taizé)
• Cristo Jesús (Jésus le Christ, Taizé)


Imágenes del encuentro


Aprender los cantos de Taizé.

Oración del hermano Roger: 
© Ateliers & Presses de Taizé
Communauté de Taizé, 71250 Taizé, France.
Reproducida bajo permiso.

para los cantos y otros textos de la Comunidad de Taizé

La oración de intercesión se encuentra bajo una licencia 
Se permite la reproducción o adaptación para usos no comerciales, citando la fuente («Oración al estilo de Taizé en Quilmes, Bs. As., Argentina», http://estilotaize.blogspot.com) y esta indicación.



Pascua


Meditaciones del hermano Alois, prior de Taizé

El periódico « La Croix » ha pedido al Hermano Alois que escriba, a lo largo del año 2008-2009, una meditación con motivo de cada gran fiesta cristiana.

Jueves Santo
«Yo los he amado».

Viernes Santo
La cruz no es la última palabra.

Domingo de Resurrección
Pascua: Esperanza para el mundo

Oración del hermano Alois
La mañana de Pascua, el hermano Alois, pronunció en la Iglesia de la Reconciliación esta oración frente a miles de jóvenes allí reunidos.
     Jesús resucitado, como María Magdalena, que la mañana de Pascua estaba junto al sepulcro, expresamos a Dios nuestras esperas, nuestras cuestiones no resueltas y a veces nuestro desconcierto.
     Y tú, el resucitado, vienes humildemente hacia nosotros, nos llamas por nuestro nombre. Tú nos dices a cada uno: « Vé hacia quienes te son confiados, diles que he resucitado. Transmite mi amor con tu vida. »
     Y es así que, comunicando el misterio de tu resurrección, lo comprendemos cada vez mejor y que éste puede transformar nuestra vida.


Imagen: La Resurrección. Fresco en el ábside de la Iglesia de San Salvador de Cora (Kariye Yamii), Constantinopla, ca. 1310-1315

Encuentro de oración en Pascua

Oración al estilo de Taizé en Pascua

Celebrar juntos la vida nueva de la Pascua...
Ir juntos al encuentro del Resucitado...

Domingo 19 de abril, 19 h

Capilla del Seminario Diocesano
Mitre 3240, esq. Sevilla, Berazategui
(Para llegar: el Seminario se encuentra muy cerca de la Estación Villa España; las líneas de colectivo 603 y 219 pasan por la puerta. Ver Mapa.)

Cartel de invitación al encuentro
para imprimir y publicar en tu comunidad
Descargar (PDF, 270KB - A4, blanco y negro)

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¿Problemas con el cartel? Enviános un email:
espaciotaize@gmail.com

Meditación bíblica, abril 2009

¿Qué buscan?
Juan 1. 35-42

Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios.» Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscan?» Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, Maestro— ¿dónde vives?». Les respondió: «Vengan y lo verán.» 


Las «meditaciones bíblicas» son propuestas para sostener la búsqueda de Dios en el silencio y la oración. Se trata de dedicar dos o tres horas para leer en silencio los textos bíblicos que se sugieren y que van acompañados de un breve comentario y algunas preguntas. Más tarde, reunidos en pequeños grupos en casa de uno de los participantes, se comparte brevemente lo que cada uno cree haber descubierto, pudiendo eventualmente finalizar el encuentro con un tiempo de oración.